Con ese estribillo iniciaban mis tardes por allá en los
lejanos ochenta y noventa. Esa música era sinónimo de diversión y sano
entretenimiento.
Mucho fantaseaba con el Súper Magnetrón y su combo. Claro
está, Mazinger era otro de los
preferidos.
A estas alturas de mi vida, cuando conozco a alguien que le
gusta la tecnología y la computación, y me dice que no veía o, peor aún, que no
le gustaban esos comics antes mencionados, lo miro cual fanático religioso que
observa al más impío de los herejes!!! jajajajaja.
Esta línea de comics, la mayoría orientados al espacio, robótica
y la tecnología en general, eran promotores inequívocos de la innovación, la
ciencia, la informática y la violencia. No dejan de ser un fenómeno social muy
interesante, cuyo alcance es digno de mejores y más profundos análisis.
Yo, por mi parte, me
limito a decir que gracias a estos comics y a los libros de Isaac Asimov,
terminé enamorado de la informática y la computación. Espero llegar a ver el
día en que podamos desarrollar algo siquiera parecido al cerebro positrónico,
la temible inteligencia artificial, y, obviamente, espero poder pilotar mi
propio robot gigante.
La computación cuántica es el área más prometedora en cuanto
al desarrollo de una posible inteligencia artificial. Su poder de cómputo
sería, en teoría, inmensamente superior al de los más veloces computadores
actuales.
Largo ha sido el camino. Hasta hace poco los desarrolladores
teníamos, y con razón, la excusa de que el hardware no estaba a la altura de
los requerimientos necesarios. Por años el software siempre estuvo a la
delantera de las demandas y propuestas de avances, mientras que el hardware era
participe secundario de estas innovaciones. No podemos hacer computadores que
entiendan el lenguaje hablado, como el humano, porque el poder de cómputo
necesario para tal cosa es aún muy costoso…. Esa era una excusa clásica. Si, lo
era.
Actualmente cualquier teléfono celular de alta gama posee un
poder computacional superior al de muchos ordenadores de escritorio y portátiles.
El almacenamiento en disco es tan barato, que ya los discos
duros se compran en unidades de terabytes.
¿La RAM? Inmensa, rápida y cada vez más barata.
Procesadores con obscenidad de núcleos y ciclos de reloj.
Buffer de comunicaciones veloces.
Pantallas con ultra, mega, súper alta resolución….
Y pare Ud. de contar.
Así que ya no es el hardware la excusa amigos míos. Muy
pronto estarán en el mercado avances en “hierro” y equipamiento electrónico de
una magnitud tal, que sencillamente colocaran al software en un lugar
merecidamente relegado tras esos avances, al no poder estar a la altura de las
prestaciones de hardware por venir ni saberlas explotar.
Es nuestra tarea aprender, desarrollar e inventar nuevos
recursos de software que nos permitan aprovechar
a profundidad las más recientes y próximas plataformas de ejecución.
Como dije, ya no tenemos tantas excusas para dar. Queda poco
tiempo.
Quiero mi cerebro positrónico.
Permiso que voy a dar una vuelta en mi robot gigante…. Cuando
encuentras el mal siempre cambias tu cuerpo a metal….
Acá un enlace de interes http://elprofedefisica.naukas.com/2016/07/04/querido-cientifico-donde-estan-mis-zapatos-voladores/
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