Recuerde las máquinas o computadoras solo
entienden Ceros y Unos (0,1) encendido o apagado para ser más exactos. Cuando
tengamos computadores quánticos capaces de procesar tres estados o más esta
idea tendrá que cambiar. Pero mientras es sólo eso, ceros y unos.
Esa fabulosa canción que tanto le gusta y que
desea guardar en su computador, se almacena en algún formato que a la larga
será interpretado en ceros y unos. No se almacena sonido. No se almacenan
acordes. Son ceros y unos en diversas secuencias que son interpretados como
música.
Lo mismo ocurre sí se almacenan imágenes, hojas
de cálculo y cualquier otro medio o recurso.
Esa fabulosa página web, tal cual Ud la ve en
su navegador, es sólo la representación de un recurso, recurso que a su vez es
tan sólo ceros y unos. No se almacena caracteres ni etiquetas, son solo
secuencias numéricas que se
interpretaran como tales. Se obtiene una representación de ese recurso.
TODO lo que Ud ve en la pantalla de su
ordenador, computador e incluso móvil, es tan sólo la representación de
diversos recursos; ceros y unos representados en algún modo o formato que los
humanos podamos entender.
Esto tiene, entre otras, dos consecuencias bien
importantes.
La primera es que es IMPOSIBLE hacer nada útil,
como humanos, con esos recursos si no tenemos el programa que interprete el
formato que requerimos o los medios físicos para leer las fuentes de
almacenamiento.
Segunda, la representación para humanos es
incidental y no necesariamente requerida en lo que respecta a la comunicación
entre las partes del ordenador y entre ordenadores entre si.
La primera de ellas, a su vez, acarrea una
consecuencia aterradora al largo plazo, la denominada era del oscurantismo digital.
Hagamos un ejercicio para exponer mejor lo que
intento explicar.
Voy a buscar entre mis viejos cajones de la
universidad, en los tempranos 90’s, cuando el diskette de 3,5 era el medio de
almacenamiento más popular.
Listo!! Eureka!! Tengo un Diskette disponible,
en buen estado y con archivos guardados.
Primer reto:
¿Dónde DIABLOS leo ese Diskette?, ¿Con cuál
hardware?
Ese medio de almacenamiento es un fósil de los
90’s y ya casi nadie del vulgo, del común, usa las unidades de disco necesarias
para leer estos dispositivos, y yo no soy la excepción. No tengo una unidad de diskettes.
Ninguno de mis amigos cercanos posee una.
Puntaje: Diskette 1, Humano 0.
Segundo reto:
Imaginemos que logro leer el, ya odioso,
diskette del primer reto. Supongamos que está en buen estado y que no tiene
sectores dañados. Sus datos no se han degradado.
Revisando los archivos me encuentro con que
son, en su mayoría, archivos con la extensión .wq1.
¿Qué demonios es un archivo .wq1?
Después de acudir por ayuda al grandioso San
Google, jajaja, caí en cuenta que se trataba de archivos de la, en su tiempo,
popular hoja de cálculo Quattro Pro de la extinta Borland para el sistema
operativo DOS. De esa misma búsqueda, averigüé que podía abrir o leer esos
archivos usando la suite de ofimática “Corel WordPerfect Office X7”.
No conseguí descargar Corel WordPerfect Office
X7, pero digamos que, al menos, ya sé cómo leer esos archivos, declaremos ½
punto a mi favor.
Puntaje: Diskette 1.5, Humano 0.5
¿Ya ven por donde va la idea?
Imaginen dentro de 50 años. Va a ser titánico
intentar leer un archivo de los años 90. Ni hablar de épocas anteriores.
Con el devenir del tiempo, todos esos archivos
respaldados, serán inútiles sino tenemos el programa que permita interpretar
ese formato.
Si por alguna razón perdemos esos programas, o
la información de cómo se asocian con sus datos, nos encontraremos ante el
oscurantismo digital. Porque no sabremos, ni tendremos como saber, de que iba
toda esa “información” guardada en esos medios, si es que acaso aun disponemos
de los elementos o equipos necesarios para procesar a su vez los diversos
medios de almacenamiento de que dispongamos.
Respecto a la segunda gran consecuencia debo
agregar que esta acarrea la noción de que la representación de recursos para
los humanos es prioritaria, dejando de lado la disponibilidad de esos recursos
para la comunicación inter-máquinas.
La gran mayoría de los esfuerzos que se han
llevado a cabo en áreas de desarrollo de software están vinculados a las
interfaces, capa de presentación, para humanos. Que sí los sistemas iOS,
Android, etc. Que sí frameworks en JQuery, Angular, NodeJS, etc. Todos
orientados a como brindar al usuario una “experiencia” superior. Y eso está muy
bien.
El problema es que en ese esfuerzo hemos dejado
de lado el problema de fondo que buscamos resolver, el cual no es más que la
comunicación entre máquinas. REST no es más que un intento de facilitar esa
comunicación, y uno muy bueno. Pero hemos dado una vuelta de tuerca, un giro
completo, para volver a encontrarnos con problemas que ya habíamos resuelto de
manera efectiva, y ahora queremos dejar de lado esas soluciones envalentonados
por la supuesta novedad de nuestras plataformas tecnológicas.
Los sistemas IBM VM/CMS, MVS y UNIX son
ejemplos poderosos de grandes soluciones a grandes problemas, y por soluciones
grandes me refiero a soluciones innovadoras, eficientes y eficaces, sencillas y
geniales. Con muchos puntos de mejora obviamente. Pero grandes en su aporte e
impacto. No es de extrañar que estos ejemplos sean precisamente de sistemas
operativos usualmente asociados a grandes máquinas o mainframes.
La naturaleza de los problemas que se
resolvieron con estos sistemas no ha cambiado en core. Muchas de las soluciones
ofrecidas en estas plataformas son fundamentales aún hoy día. Obvio, en esos
sistemas la experiencia del usuario no era la que dominaba o dirigía el diseño.
Necesitamos conocer y comprender ese pasado que
debemos sostener y repetir en cuanto a su genialidad y aporte, para que, con
fundamento, podamos ser dignos de ofrecer nuestras propias grandes soluciones a
los nuevos problemas, sin tener que reinventar la rueda ni el creer que
descubrimos el café con leche.
La virtualización, la “nube”, los sistemas para
dispositivos móviles, la transformación digital, las metodologías ágiles, las
bases de datos no relacionales, el procesamiento distribuido y, apuesto mi credibilidad
en esto, la computación quántica (en sus fundamentos) son todos asuntos que ya
hemos resuelto, y que a cada vuelta de tuerca retornan revestidos de novedad,
como la panacea de moda.
Baladí, todo eso es baladí. Ceros y Unos son
los que mandan.
Como decía el gran Dennis Ritchie, UNIX es muy simple,
sólo que hay que ser un genio para comprender su simplicidad.
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